jueves, 16 de junio de 2011

Ya nada duele

           Cuando lo comprendió todavía estaba tendida en esa cama. Sus ojos se abrieron lentamente  y se enjuagó las últimas lágrimas de dolor que habían rodado por sus mejillas.

Al  levantarse, sintió su cuerpo increíblemente liviano, ya nada le dolía. Al salir de la habitación pudo observar de reojo la cantidad infinita de frascos de pastillas sobre su mesa de luz y todos los libros y papeles de la universidad apilados sobre su escritorio que hacía meses no había vuelto a tocar y que tanto la hicieran sufrir en esas horas eternas de desvelo y nervios por exámenes que nunca parecían tener fin. Si tan sólo hubiera comprendido que nada de eso realmente importaba.

Cuando llegó a la cocina la imagen fue devastadora. Alrededor de la mesa, su madre con las manos en la cabeza su padre a la derecha, su hermano sentado junto a la mesa con la silla más alejada y su cabeza tan agachada que casi no podía verse por encima de la mesa. Su hermana menor en una silla en un rincón observando la escena y tragándose las lágrimas. Nadie emitía sonido. Sólo podía escucharse el segundero del reloj que sonaba como miles de martillazos sordos. El único que la miró a los ojos fue su gato Roque. Ni su maullido agudo ni su movimiento brusco para frotarse contra ella hicieron que la familia siquiera girara para verla y le pareció injusto que a ella nada le doliera, y no poder llevarse todo dolor de ellos consigo a cambio.

Salió de la casa, la brisa fresca de otoño le acarició las mejillas, siempre le invadía una felicidad tan inmensa cuando la sentía sobre su piel. La luz cálida del sol en esa época siempre fueron un guiño a su alma. Tantas veces le había cambiado el humor con sólo ver el trayecto de una hoja seca caer desde el árbol hasta sus pies. Agradeció poder vivirlo una vez más.

Al pasar por la plaza donde siempre se juntaban, las vio sentadas sobre el mismo banco de siempre y odió profundamente no verlas riendo a carcajadas como siempre ocurría espontáneamente cuando estaban juntas. La tristeza honda que les invadía no les permitió notar que a sus espaldas estaban pegando el cartel con la publicidad del recital que siempre soñaron ver. Finalmente ellos venían a su ciudad. Le pareció increíble que no pudieran notarlo, nada le parecìa tan importante como para que ellas no gritaran de alegría al notar semejante noticia, ni siquiera lo que estaba ocurriendo en ese momento.

Cuando pasó por la casa de él se congeló al verlo por la ventana, sentado en esa silla con cuatro dedos acariciando en la frente y el gordo en la mejilla como siempre hacía cuando estaba preocupado. Pudo notar las lágrimas que corrían sin parar y sólo deseó poder abrazarlo. Vagamente recordaba el momento, no hace tanto en que al fin confirmó que estaba con aquella y que todo en los últimos meses entre ellos había sido una mentira. De alguna forma sólo podía recordar su risa, la forma en la que le corría el cabello de la frente mientras ella le contaba alguna cosa sin importancia y cómo antes de hacerle el amor por primera vez le dijo, “no tengas miedo, yo estoy contigo”. Ella se llevaba todo eso, y no podía soportar dejarlo con ese dolor. Deseó fuertemente que quien se lo  había quitado de sus brazos estuviera en ese momento junto a él y le alejara todo el dolor que estaba sintiendo.

El lugar era inmenso, verde, con flores que adornaban los senderos y pájaros que volaban por doquier. Se respiraba aire de paz y de descanso. Mientras veía caminar en procesión a todos sus seres amados, sintió que nada hubiera hecho de otra manera. Y que nada de lo que le quedaba por vivir, podría superar de manera alguna lo que ya había vivido.

Cuando se colocó el primer ramo de flores sobre el cajón, momento antes de hacerlo descender, comprendió que era momento de irse. No pudo evitar acercarse antes donde estaba su madre, deshecha en lágrimas y sentada en una silla, ya no podía mantenerse en pie. Se arrodilló frente a ella y tomó fuerte su mano. Si sólo pudiera decirle que ya era feliz, si sólo pudiera decirle que ya nada le dolía.     
                                                                                                                                                                                         

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